martes, 20 de septiembre de 2011

Pensamientos sobre la "loganización"

Repasando la prensa técnica -profusa e interesante- que se nos proporcionó a los expositores en la pasada edición de la feria Industrie de Lyon me encontré con un "palabro" evocador de los tiempos que nos está tocando vivir. Se trata del término "loganización".

El que las ventas del Dacia Logan hayan servido para salvar los resultados de Renault está en la etimología de este térnino, que hace referencia a la producción de bienes y servicios básicos, poco sofisticados, pero que cumplen con la función para la que el consumidor los adquiere, en detrimento de otros con más funciones, opciones, posibilidades... pero que son más caros.

En Usine Nouvelle hablaban, por ejemplo, de la loganización de la máquina herramienta: se venden cada vez más máquinas básicas, versátiles con tecnologías probadas y que cubren las necesidades de una buena parte de los clientes que desean una máquina robusta, que permita hacer un abanico amplio de tareas, y que no dejen al contable de la empresa temblando.

¿Es buena o mala la loganización? Parece que a corto plazo soluciona problemas a quienes son capaces de poner en el mercado sus Logan. En la pasada Bienal de Máquina Herramienta, una de las firmas líderes mundiales en maquinaria con arranque de viruta se presentó con máquinas mucho más sencillas -y baratas- que sus modelos estrella. Al final, facturar es facturar, y si el mercado no puede comprar la supermáquina, que nos compre al menos algo. Por otro lado, la gente que apuesta por el decrecimiento como salida a esta crisis seguro que está satisfecha con la loganización. Y ha servido para que servidor vuelva a publicar en este blog meses después.

Yo tento mis dudas, sin embargo, de que esta tendencia pueda ser buena a medio y largo plazo. Dice mi suegra que es peor el vicio que el hambre, pero quedarnos como estamos, sin intentar mejorar, ya no es viable. La investigación es un motor de desarrollo, y necesita desarrollo de producto, y venta del mismo, para ser rentable y atractiva para las empresas. Mucha investigación se dedica a resolver problemas no necesariamente industriales, sino vinculados con la pervivencia misma de nuestro mundo. ¿Quién, en un mundo loganizado, va a invertir en investigar en energías renovables, en el coche eléctrico, en mejorar en campos como la medicina, la biología... si el mercado va a requerir única, o mayoritariamente, de opciones ya consolidadas, que en el mundo anterior a la loganización, incluso serían consideradas como obsoletas?

Imagino un mundo loganizado como algo parecido a lo que puede ser un país autárquico: no gastas en novedades, pero acaba siempre faltándote algo, y acabas languideciendo, camino del colapso.

Me gustaría conocer más opiniones sobre este fenómeno. Se agradecen comentarios en el blog, en twitter...

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