martes, 28 de enero de 2014

Solidaridad sobre dos ruedas

Nota publicada en Ingenieros para la Cooperación, Feb. 2014

Solidaridad sobre dos ruedas

Si considerásemos África un bocadillo, el ciclismo profesional en el continente ha sido cosa de las rebanadas de pan. El norte africano, con influencia francesa, fue cuna en el siglo pasado algunos corredores profesionales, lo mismo que el sur, en la órbita anglosajona. El África negra vio el desarrollo de un ciclismo entusiasta, pero sin excesivos recursos, reflejado en carreras como el Tour de Faso, que ha alcanzado cierta notoriedad en el mundillo ciclista profesional y que suele acoger a corredores europeos, que acuden a competir con los mejores corredores africanos.

En los últimos años se ha producido el florecimiento del ciclismo profesional en uno de los países más pobres del mundo, Eritrea. Con la ayuda de programas de apoyo de la federación internacional, la UCI, varios ciclistas de este país se están haciendo hueco en el pelotón internacional. En 2012, el eritreo Daniel Teklehaimanot ganó la Clásica de Ordizia, y fue el primer africano negro en correr la Vuelta a España. Su compatriota Nantnael Berhane pasó también a la pequeña historia del ciclismo del África negra al ser el primero en ganar una etapa en una carrera europea: en concreto, el pasado año se hizo con una etapa en la Vuelta a Turquía. Es todo un éxito deportivo y humano para un país que vive con la amenaza de la guerra con sus vecinos y con la certeza de una pobreza extrema para buena parte de su población.

El ciclismo es cauce también de la cooperación. Una iniciativa que ha unido ciclismo, África y ayuda al desarrollo es el “Proyecto Ciclista Solidario”, liderado por la Fundación Pascual Ros Aguilar, el ciclista aficionado Mikel Gurrutxaga y la asociación Amigos de Mali. El proyecto, recientemente finalizado con éxito, ha servido para construir un centro de salud en Massigui (Mali). La financiación del proyecto se ha visto ligada a la bicicleta: Gurrutxaga, conocedor de la necesidad en Mali, y en busca de motivación para retornar a los entrenamientos tras una grave lesión, se encontró con el apoyo de la Fundación Pascual Ros, que decide aportar mil euros por cada carrera que el corredor finalice de un programa de nueve pruebas, para ser realizado entre los años 2012 y 2013.

Al proyecto se sumaron otras firmas, y cada una de las carreras se convirtió en una caja de resonancia del proyecto. Finalmente, el pasado mes de noviembre se inauguró el Centro de Salud Comunitario de Massigui, culminación de un proyecto impulsado por casi mil ochocientos kilómetros recorridos por Gurrutxaga. Puede verse más información sobre este proyecto en el sitio web www.proyectociclistasolidario.com