lunes, 14 de noviembre de 2016

Mi primera feria en Biarritz

Me hace doble ilusión participar esta semana en INNOBAT, salón de la construcción y de los mercados públicos, que se celebra en Biarritz. Por un lado, es la segunda feria -primera fuera de España- en la que participa GASTELIA, la Asociación de Empresas Proveedoras de Administraciones Públicas y Colectividades, en cuyo nacimiento tuve el honor de colaborar y con la que mantengo un estrecho vínculo profesional. Y, por otro lado, es la primera vez que participo en una feria en Biarritz, casi como en casa.

Sorprende la cantidad de recintos feriales que existen en Francia, muestra del dinamismo comercial del país. Biarritz está en una de las puntas del Hexágono francés, y podría ser un buen punto de encuentro para empresas de ambos lados de la frontera, aunque, en determinados sectores, vascoespañoles y vascofranceses somos todos hermanos vascos hasta que se habla de negocios, momento en el que los interlocutores franceses meten tripa, levantan barbilla y rinden honores a la tricolor a los sones de la Marsellesa. ¡Qué le vamos  a hacer...!


Veremos cómo se da Innobat. De momento, os dejo aquí el video de presentación que hemos preparado para la ocasión.

viernes, 28 de octubre de 2016

¿Cuánto podremos aguantar la ventaja?

Una reflexión rápida, a vuelapluma, tras regresar de Airtec. Este año, el evento anual del sector aeroespacial que se celebra en Munich compartía pabellón y organización con EuroMold, veterana feria del sector del molde.

Pese a los esfuerzos de los organizadores por buscar nexos en común entre ambos certámenes -que, en la práctica, eran uno solo- no es fácil encontrarlos, salvo, quizá, la querencia de las empresas del sector de la fabricación aditiva por ambos sectores.

Hubo un detalle que me llamó la atención. La presencia de empresas chinas en la zona Euromold era notable. Muchos -en relación a la talla de los eventos- y repartidos en varias participaciones. En la zona de Airtec, si había expositores chinos, me pasaron totalmente desapercibidos. Y, ojo, que había presencia notable de coreanos e indonesios, sin ir más lejos. Incluso algún expositor vietnamita me pareció ver.

¿Tenemos ventaja los europeos en el sector aeronáutico en relación con los chinos? Parece que sí, por lo anterior y por algún comentario que escuché a gente más metida en el sector. Ahora bien, ¿cuánto podremos aguantar esta ventaja?  En este sector se trabaja "en europeo" desde hace años, y lo hace gente muy buena, compartiendo enfoque. Por esto, y sin que sirva de precedente, en este caso soy más optimista que cuando se trata de otros sectores en los que podemos tener aún alguna ventaja.

domingo, 23 de octubre de 2016

Vamos a Airtec

Un años más, vamos para Airtec, en Munich, evento B2B en el que se junta buena parte del sector aeroespacial. Este año ha habido feria en Berlín (ILA) y algunos otros eventos menores, y habrá en unas semanas evento grande en Toulouse (Aéromart). Vamos a ver si no hay fatiga de materiales.

De momento, aquí está el video de la participación española, que me cabe el honor un año más coordinar.


miércoles, 19 de octubre de 2016

Impresionado por el dinamismo de Tánger

Vuelvo una vez más de Tánger impresionado por el dinamismo y el crecimiento de esa zona de Marruecos. Además del importante sector automovilístico, me hablan de un nuevo "ecosistema" -palabra que les encanta- aeronáutico también en Tánger.

Su objetivo de llegar al millón de coches anuales fabricados se va acercando, con la implantación no muy lejos de PSA, y otras que surgen en la conversación cuando hablas con responsables empresariales de la zona.

En la planta de DENSO - Tanger Free Zone




A escasos kilómetros de España hay una zona en la que no hay crisis, en la que los jóvenes se forman para trabajar y basar su vida en un entorno industrial vibrante, que les ofrece oportunidades, llegadas de la mano de las empresas multinacionales del sector -bastantes de ellas españolas- que florecen en un ecosistema en el que todos los agentes apuntan en la dirección del crecimiento.

Veo cómo nacen los Ariznavarra, Zaramaga, Adurza... barrios con viviendas asequibles para los jóvenes trabajadores que son el músculo de ese desarrollo. Veo a un padre llevando en bici a su hijo en la parrilla, como me llevaba mi padre a mi de la escuela a casa, veo oportunidades, veo crecimiento... todo ello en un mundo en el que las distancias se acortan de manera vertiginosa por la existencia de las nuevas tecnologías. Y veo al fondo Zahara de los Atunes, y todo un continente detrás, seguro que con más riqueza, pero también con bastante menos dinamismo estructural. Un contraste en el que, a la larga, tenemos las de perder.

martes, 8 de marzo de 2016

Una buena noticia

Hoy he recibido una buena noticia. Me ha visitado un empresario veterano, al borde de la jubilación, con una empresa industrial, pequeña, pero bien posicionada en su sector, como muchas de nuestro entorno. Años de experiencia acumulada, inversiones, lucha con, en general, buenos resultados, superviviente de la crisis, pero...

La sombra en el final de la vida empresarial de este hombre, como el de tantos otros, lo constituye algo que forma parte también de su éxito en la vida: sus hijos son buenos profesionales en otros sectores, y no quieren saber nada de seguir con un negocio en el que la viruta se genera no en sentido fugurado, sino real. Los trabajadores, con cierta edad también, no quieren hacerse cargo de la empresa en las condiciones que plantea el dueño -que no son nada del otro mundo, hasta donde sé, pero que no covencen a gente que son buenos trabajadores pero que no se ven llevando el negocio.

La situación es complicada, y en algún caso similar que he conocido no hace mucho, el final no es bueno. El caso es que este hombre ha tenido el detalle de acercarse para informarme de que ha vendido la empresa a otro industrial, este sí, con hijos que quieren seguir con el negocio en un futuro todavía lejano, propietario de una pyme de actividad similar pero enfocada a sectores diferentes.

"Bien, ¿no?", le digo al vendedor. "Muy bien", me contesta. "Muy buena solución. El comprador " -que es amigo común- "tiene planes de futuro, a sus hijos les gusta el negocio y seguirá con los trabajadores que tenemos". Nos despedimos, nos damos la mano y, de vuelta al día a día, agradezco a los dioses de la taladrina que sigan velando por nuestro futuro.