De camino a París, a visitar una feria. Son días convulsos en el país vecino. Mi primera idea era visitar el Salón de los Alcaldes, punto de encuentro anual de miles de alcaldes franceses. La feria se suspendió el lunes, con billete de avión y hotel pagado -el mío y el de algunos miles más de personas que nos íbamos a acercar a pulsar el estado de los mercados públicos franceses.
Así que tocó poner en marcha el Plan B: aprovechar el gasto ya hecho para visitar Midest, el salón más importante de subcontratación industrial del mundo, mayor y mucho más internacional que el Salón de los Alcaldes. Midest no se ha suspendido, sigue adelante pese a la conmoción que sufre Francia. La industria no puede parar, the show must go on.
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