Parece que vamos viendo la luz al final del túnel, lo cual es una buena noticia aun cuando coincida con el precio de la luz tan alto. Esta coincidencia es toda una metáfora sobre la situación económica actual. La vacunación a velocidad de crucero y el levantamiento de las restricciones que afectaban a determinados sectores y que limitaban el movimiento están devolviendo al juego alguna de las reglas anteriores a marzo de 2020, a un coste realmente elevado.
Para buena parte de los sectores industriales, está siendo un año y pico de, básicamente, aguantar. Es una competición de resistencia, ya que de esta crisis se va a salir, como se sale de todas, y es probable que la salida sea explosiva, lo cual nos puede llevar en unos meses a una situación de cierto agobio, en la que a la falta de algunos productos semielaborados se le pueda añadir una carencia de medios para dar respuesta a un incremento de demanda rápido. Por ello, todos los esfuerzos que se están realizando para mantener vivo, aunque sea en estado latente, el máximo de tejido industrial, son loables y muestran que se está teniendo, quizás de manera involuntaria, una visión de futuro que no se tuvo en crisis anteriores.
En lo que me es más cercano, estoy viendo empresas que realizan inversiones en nuevos medios productivos, un trabajo importante de preparación para la apertura a nuevos mercados por parte de un buen número de empresas industriales, y un incremento notable de la demanda para la participación en ferias y eventos presenciales para el segundo semestre del año.
Nunca antes había tenido una lista de participantes tan numerosa para la feria Subcontratación de Bilbao, por ejemplo, con nuevos sectores presentes. Esto puede verse como un síntoma de búsqueda de mercado a la desesperada. Aunque así fuese, sería una muestra de lucha por la supervivencia, de esa resistencia que está mostrando el sector a que la pandemia del siglo se lleve por delante capital, ilusiones, saber hacer, capacidad de innovación, voluntad de crecimiento... todo aquello que caracteriza nuestra industria y que ningún virus va a tener fácil mandar a la tumba. En este juego, el que resiste, gana, y lo vamos a ganar.