viernes, 15 de febrero de 2013

Ordenadores baratos: desarrollo para unos, juguete para otros

Artículo publicado en la revista de la ONG Ingenieros para la Cooperación, junio 2012

Hacia el progreso por la educación. Esta idea subyace tras varios proyectos enfocados a desarrollar ordenadores muy baratos y un entorno educativo basado en ellos, que sean asequibles incluso para los países más pobres y que permitan mejorar la calidad de la educación de millones de niños y jóvenes de los países en vías de desarrollo.

Es el caso, por ejemplo, de la iniciativa “One Laptop per Child”, que ha desarrollado un equipo básico, el XO, con el que, según señala el sitio web de la organización laptop.org, han llevado las ventajas que para la educación supone el uso del ordenador e Internet a cerca de dos millones y medio de alumnos y profesores en todo el mundo. Latinoamérica es la zona de mundo con mayor presencia de los XO, con dos millones de usuarios de estos ordenadores, que utilizan Linux e incluyen pocos elementos pero mucha conectividad –acceso a Internet, varios puertos USB, lectores de tarjetas- y un amplio catálogo de programación educativa desarrollada por una comunidad internacional altamente motivada.

En la India, el gobierno del segundo país más poblado del planeta, que es una potencia mundial en el campo de la programación, está detrás del desarrollo de una “tablet” con un coste inicialmente previsto de 35 dólares. En este caso, el objetivo son los estudiantes universitarios del país. El equipo, comercializado con la marca “Aakash”, está basado en Android, y ofrece un software básico más la conectividad a Internet que se ha hecho imprescindible hoy día.

El bajo coste de estos equipos es una condición básica para facilitar su uso masivo en los países con menos recursos, pero está teniendo también un efecto no deseado, y es que estos objetos se han convertido en “gadgets” apetecibles para los tecnoaficionados en los países del Primer Mundo. Esta situación se ha dado en el lanzamiento de la Raspberry Pi, proyecto de una fundación británica (www.raspberrypi.org) para desarrollar un ordenador barato, basado en componentes usados en los teléfonos móviles, y pensado para facilitar el acceso al mundo de los ordenadores e Internet. El proyecto alcanzó, en su fase de desarrollo, una gran repercusión entre los aficionados a la tecnología, que colapsaron los sistemas de compra on-line del producto apenas este se puso en venta, por una cantidad cercana a los 40 euros. Muy posiblemente el Raspberry Pi llegará a cumplir su objetivo de acercar a los niños del mundo las ventajas del acceso barato a los ordenadores, pero lo hará cuando cientos de miles de aficionados, deseosos de tener el último juguete del mercado tecnológico, dejen sitio en la cola de la compra a los destinatarios iniciales del proyecto.

La Luz de las Estrellas pensada en África

Artículo publicado en la revista de febrero de 2013 de la ONG Ingenieros para la Cooperación

Posiblemente ha sido el regalo navideño de la temporada. Bien con manzanita bien con pequeño robot al mando, las tablets han vuelto a llevar la tecnología a lo más alto de la lista del consumismo en el Primer Mundo en el periodo de dos meses que van desde el Día de Acción de Gracias en Estados Unidos hasta el día de Reyes en diversas zonas de Europa, pasando por la Navidad y las múltiples encarnaciones de gente con barba que reparte regalos la noche anterior.

 Sin embargo, el fenómeno de las “tablets” no es ya un fenómeno del primer mundo o de alguno de los BRICS. Enero de 2013 es el mes del lanzamiento del “Way-C”, la primera tablet africana, al menos en concepción, diseño y fabricación. Este producto, cuyas características técnicas no desmerecen a la de otros competidores que comercializan tablets Android pensadas para facilitar la conectividad sin un coste elevado, es uno de los productos de la empresa congolesa VMK -www.vmktech.com- creada por el congoleño de veintiséis años Verone Mankou en 2009, y que cuenta también en su oferta con el smartphone “Elikia”, modelo simple pero con prestaciones suficientes para poder cubrir las necesidades de una gran masa de usuarios.

El objetivo de Verone Makou con la Way-C -”la luz de las estrellas”, en un dialecto del norte del Congo- es el mismo que tienen otros proyectos que hemos presentado en otros números de esta publicación. “En un principio, queríamos diseñar un ordenador barato para permitir el acceso a internet a la mayor cantidad posible de personas”, indicaba reciente Makou en una entrevista. El producto supera estas premisas iniciales, tanto por sus características, muy dignas, como por el precio. “Hemos creado un producto de gama baja de precio, pero no 'low cost'”, precisan desde la empresa. “Es un producto adecuado a las características del mercado africano”, añaden desde VMK. Siguiendo esta máxima, la Way-C se comercializa en Brazzaville y Pointe Noire, capital y principal puerto del país, y los mercados en los que se va a comercializar el dispositivo, a partir del 15 de febrero, son los de África Occidental, Francia, Bélgica y la India, donde está la matriz de la empresa de comunicaciones congolesa que distribuye los productos de VMK.

La Way-C se produce en China, ya que no existe en el Congo -ni en buena parte de África- capacidad de fabricación, y porque el coste de producción es importante en este tipo de productos. Por suerte para estos países, y para la Humanidad, la falta de recursos no limita la capacidad creativa de las personas, como demuestra esta “Luz de las Estrellas” táctil de 7'', pensada en África para África.