martes, 15 de octubre de 2013

Mejoría que viene de fuera

Hace un mes, más o menos, me comentaba un empresario del sector del mecanizado que estaba buscando algún mecanizador pequeño para poder dar salida a un periodo con carga de trabajo que limitaba sus capacidades, que se habían adaptado a la crisis reduciéndose en la medida de lo posible. El trabajo venía, indirectamente, de Alemania.

La semana pasada, un pequeño empresario, que había tenido que cerrar, "pillado" por uno de esos concursos de acreedores con efecto dominó que tanto daño están haciendo, me llamaba para decirme que había vuelto a retomar la actividad con cierto ritmo, a una escala aun menor de lo que era antes de que le tocase el Gordo en el concurso de marras. "Todo lo que hacemos va para afuera. Aquí no hay nada", me dice.

Ayer estuve charlando un rato con un conocido, directivo de una empresa subcontratista que ha vivido en los últimos años un proceso turbulento, por decirlo de alguna forma, que estaba muy contento porque la empresa había acabado siendo adquirida por un grupo foráneo. Este amigo hablaba con alivio y esperanza, de un pasado imposible y un futuro prometedor.

Son tres buenas noticias en el plazo de un mes, tres "brotes verdes" que tienen en común el que se trata de empresas subcontratistas, y el que el tirón -pedidos, capital- viene de fuera. Llevamos años repitiendo el mantra de que la solución pasa por la internacionalización. Al final, va a ser verdad.